La mujer de Gonzalo sospecha que está embarazada y, entusiasmada con la idea, se lo comunica a su marido, quien no comparte ese optimismo. Gonzalo no se ve capacitado para soportar tanta responsabilidad y tendrá que hacer verdaderos esfuerzos para intentar ilusionarse con la descendencia. Después de hablar, queda claro que las aspiraciones de cada uno de ellos va por distintos derroteros y deciden hacer un test de embarazo para salir de dudas. A Blanca, la hija de Félix, no le va demasiado bien en el colegio. El padre descubre que la niña está continuamente viajando a Suiza, donde reside el nuevo novio de su madre y que la pareja está plateándose trasladarse a vivir al extranjero. Así que Félix decide tomar cartas en el asunto y acabar con las intenciones de su ex mujer. Además, el negocio de Félix y Richard tiene que hacer frente a una inspección de Hacienda.