Sin Aída, no hay Dios que dé un palo al agua en la familia de los García. Además, con esto de que Paz y Chema intentan ayudarles ellos no pierden la ocasión de aprovecharse. Mientras tanto, Mauricio y Machupichu tendrán que mantener la credibilidad de su boda gay, y Luisma y El Baraja jugarán con fuego.